Hace un par de semanas reduje la dosis de antidepresivos. Y ahora ya se nota, porque ya puedo llorar. Lo sé porque lloré ayer, un poco, pero lloré. Por él. Mi ilusión y sueño más grandes, nunca anhelaba tanto a estar cerca de una persona. Y sobre todo, nunca antes he encontrado una persona de esta altura. De esta profundidad. Él es el autentico Otro. Y siempre lo será. Por eso lloro. Por imposibilidad, por saber que no y nunca.
Mirad, conscientemente evito usar las palabras "siempre" y "nunca". Porque son demasiado... demasiado todo. Definen lo blanco y negro, y nada de los matices. Pero que la vida enteramente consiste de matices, ¿no? Y ahora acabo de usar ambas palabras casi juntas. Es elocuente.
Sé como suena todo esto, soy lista, así qué lo sé perfectamente, pero.. es como me enseñaron lo que hay fuera de la cueva, me enseñaron el mundo más que el de las sombras, y luego me dicen "vale, y ahora vuélvete a la cueva". Qué? Cómo? Cómo ahora puedo seguir viviendo como antes en la cueva?
... es que le amo.
Como la imagen en mi cabeza, como la idea, como la mente brillante, como el ser humano con sensibilidad excepcional. Le amo.