Hoy, al despertar eт plena noche, me vino a la cabeza lo siguiente. Hay un dicho "en el corazón no se manda", y sería rarísimo oír que uno deba, aunque no lo quiera, amar este o aquel. Pero cuando se trata de la vida misma, es otra cosa. Si no te gusta vivir, si no amas la vida, debes aprender amarla. Así la vida misma me parece una violadora. Te crea a ti sin preguntar, te da consciencia para que des cuenta de todas tus preocupaciones, miedos, las condiciones objetivos de esta realidad, y te dice "ámame". Ámame, porque si no me ames, peor para tí, tonto desgraciado, solamente amargarás más tu estancia aquí, y serás miserable y infeliz. Tu infructuosa rebeldía acerca de no aceptar lo que hay, no amarme, no disfrutarlo no te llevará a ninguna parte, idiota. Tienes tres opciones: 1. me amas, 2. no me amas y, como ya he dicho, harás más daño a ti mismo, 3. suicídate*.
Pero, en serio, ¿acaso no es una violación pura y dura??

*de hecho, Camus escribió un libro entero sobre el suicidio como una protesta, como un rechazo de este chantaje asqueroso. "El mito de Sísifo" se llama.